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Cuando el 13 de diciembre Netflix por fin subió Start-up a la plataforma, no pensaba yo que, a apenas dos semanas para acabar el año, iba a encontrar aquí mi drama del año.

La empezamos con cierta reticencia porque habíamos leído tantas cosas sobre el triángulo amoroso, que se nos habían quitado las ganas de verla. A mí personalmente el tema de las start-ups no me atraía mucho, pero los actores protagonistas eran el gran reclamo y lo que hizo que acabase en mi watchlist.

Start-up se emitió en la cadena privada tvN entre el 17 de octubre y el 6 de diciembre y consta de 16 episodios… demasiado largos, por cierto (de media duran una hora y 20 minutos). Está protagonizada por Bae Suzy (While you were sleeping), Nam Joo-hyuk (Weightlifting Fairy Kim Bok Joo), Kim Seon-ho (Strongest Deliveryman) y Kang Han-na (Familiar Wife).

intro from Start-up with the drama's logo

en el pasado, cuando los padres de Dal-mi se divorciaron y su madre y su hermana In-jae abandonaron el hogar familiar, lo único que consiguió mantener a la niña contenta fueron las cartas de su amigo Nam Do-san, que se intercambiaban en la casita para pájaros que había frente al puesto de corndogs de su abuela. Lo que no sabe Dal-mi es que esas cartas están escritas por Han Ji-pyeong, un huérfano al que su abuela le ofreció la trastienda de su puesto como refugio y al que convenció para ser el amigo epistolar de su nieta.

quince años más tarde, dal-mi se reencuentra con su hermana, pero no es un bonito reencuentro. la piquilla entre ellas hace que dal-mi se eche un farol y se comprometa a llevar a su exitoso «socio» y novio, Nam Do-san, a un evento de networking al final de la semana. así es como Dal-mi para salvar cara y no permitir que su hermana mayor se salga con la suya, mueve cielo y tierra para encontrar a Do-san, a pesar de no tener apenas detalles sobre él. El reencuentro de Dal-mi con In-jae lleva a que Ji-pyeong se reencuentre con la abuela de las chicas, y esta, viendo la desesperación de dal-mi, le pide que encuentre a Nam Do-san.

Y así, una mentira que empezó hace quince años, se convierte en el principio de una gran bola de nieve que, digamos, tiene a dal-mi como objetivo.

Disclaimer: De aquí en adelante hay pequeños spoilers, así que, si no has visto el drama todavía, quizá prefieras no seguir leyendo 😅

¿Por qué se ha convertido Start-up en mi drama favorito del año por encima de Dr. Romantic 2, Mystic Pop-up Bar o It’s okay to not be okay? Por la historia de amor de Do-san y Dal-mi; por el personaje de Do-san y su desarrollo; por las hermanas Seo; por la relación entre Ji-pyeong y la halmoeni; por ese primer episodio para llorar a mares; por la música; porque llegó en el momento en el que lo necesitaba; porque me dejó el corazón calentito… Hay mil cosas que me han gustado de Start-up (también hay cosas que no me han gustado), pero vayamos por partes.

Dal-mi me recordó mucho a Hong-ju en While you were sleeping, no solo porque lo interprete Bae Suzy, sino porque, además, está escrito por la misma guionista y es el mismo tipo de personaje. Una de las cosas que más me gustan de Dal-mi es esa capacidad suya de no arrepentirse de ninguna decisión tomada, su motivación para conseguir lo que quiere y su creatividad para los negocios. Yo de mayor quiero ser como ella.

Do-san es ❤️ y Nam Joo-hyuk lo hace genial. Me sentí muy identificada con él y su baja autoestima (solo que él es un genio y yo no). Me pasé todo el drama «rooting for him», y no solo en el tema amoroso. Lo quería ver triunfar como si fuera mi hijo, la verdad. Es un personaje tierno y con un gran corazón, honesto consigo mismo y sus sentimientos, y preocupado por la gente que quiere. me parece todo un acierto que en este drama sea el personaje masculino el introvertido con baja autoestima, en vez de la mujer.

Ji-pyeong ha conseguido éxito en su trabajo y es muy competente, pero se pasa todo el drama enfadado con el mundo, supongo que por las dificultades por las que tuvo que pasar. Está claro que es un hombre capaz y con talento, pero como mentor deja mucho que desear. Es cierto que dio algunos buenos consejos, pero la forma en la que los da, solo consigue que la persona que los recibe quiera hacer justo lo contrario de lo que él aconseja. Me sacó bastante de quicio porque va por la vida como si tuviera la verdad absoluta y se comporta como un bully, sobre todo con los chicos de Samsan Tech (con Dal-mi también, pero a ella le resbala todo menos lo que le dice su hermana). Mis dieces a Kim Seon-ho porque, si yo odié a Han Ji-pyeong, fue por su gran interpretación.

Ahora bien, la relación que Ji-pyeong desarrolla con la abuela de Dal-mi es maravillosa y deja abierta la puerta al «¿qué habría pasado si a los 19 no hubiese sido tan cabezota y hubiese confiado más en la halmoeni?». Imagino que no viviría tan amargado. En este drama, se lía la que se lía porque Ji-pyeong se reencuentra con la halmoeni de nuevo, pero las escenas de ellos dos juntos son oro puro.

El triángulo amoroso en este drama, por mucho que quisieran vendérmelo como tal, NO existe. Y si hay algo parecido a un triángulo, el tercero en discordia no es Ji-pyeong, sino las cartas que escribió. Dal-mi no estaba «enamorada» de la persona que escribió las cartas, estaba enamorada de la IDEA que ella tenía de esa persona en su cabeza. Y todo ello, evidentemente, idealizado durante quince años. En mi opinión, Ji-pyeong cree estar enamorado de ella, pero en realidad lo suyo es un perro del hortelano todo el rato.

Esta serie provocó en redes sociales lo que yo no había presenciado todavía desde que empecé a ver dramas: el llamado second lead syndrome 😂 El #TeamDosan vs. #TeamJipyeong ha dado para unas discusiones muy encendidas (y a veces muy injustas) en Twitter, Tumblr o la sección de comentarios de TVTime. Yo soy, por lo general, muy «canon», es decir, me suele gustar el lead, y Start-up no es ninguna excepción. Quizá porque Nam Joo-hyuk y Bae Suzy tienen muchísima química desde el principio (¿quizá porque tienen la misma edad?) o por la incomodidad tirante que existe entre Dal-mi y Ji-pyeong. El caso es que, desde mi punto de vista, Han Ji-pyeong nunca tuvo una oportunidad y no entiendo tanto hype. Lo que sí quería para Ji-pyeong es que dejase caer esa barrera que tenía puesta con todos y se dejase querer por la halmoeni que es lo que realmente necesitaba su personaje.

Esto, en general, es uno de los mayores fallos de Start-up. Le dieron demasiado «protagonismo» a un triángulo inexistente y perdieron una oportunidad de oro de una segunda pareja principal que tenía una química increíble: Han Ji-pyeong y Won In-jae. De hecho, el personaje de In-jae, que parecía ser uno de los principales, acaba siendo un secundario más y me da mucha pena, porque sus interacciones con Dal-mi eran maravillosas. Tampoco le dan mucho desarrollo a su relación con su abuela que queda resuelta hacia el final muy rápidamente.

El resto de personajes secundarios tampoco es que me gusten demasiado, salvo la diseñadora (porque Stephanie Lee me gusta mucho). Los amigos de Do-san son grandes amigos y son un ejemplo a seguir, pero interpretan tan bien su papel de informáticos niñatos que acabé cansadísima de ellos.

Y por último, lo que tampoco me gusta, pero esto es un tema más personal que un problema real del drama, es que todo gire en torno a una mentira. Llegado un momento todo el mundo alrededor de Dal-mi está contribuyendo a la ilusión de que Do-san sea el Do-san que ella cree, y eso me hizo sentirme bastante incómoda. Pensé que sería ella la que les descubriese, pero me sorprendió mucho cómo «resuelven» la mentira, aunque lo hiciesen usando un cliché.

Y para acabar, la música. Llevo semanas esperando a que pongan a la venta la banda sonora porque se va a unir a mi colección. La tvN tiró la casa por la ventana y la OST tuvo nada más y nada menos que 17 partes con nombres como Ailee, Red Velvet, Kim Feel, Davichi, Gaho, Oh My Girl o K.Will, entre ellos. Unas 10 de las 17 canciones son baladas y, cuando suenan en el drama, pasan bastante desapercibidas y de alguna forma acaban sonando todas iguales (luego escuchas el disco y nada más lejos de la realidad). Esto hace que haya dos o tres canciones que llaman especialmente la atención durante el visionado porque son más animadas y pegadizas y se repiten a menudo. Estas son Future, de Red Velvet, Running, de Gaho y My dream, de Jamie. Por cierto, la de Gaho tiene potencial para convertirse en Ohrwurm, pero no es Start over.

En definitiva, Start-up ha sido la sorpresa del año para mí. Llego en el momento en el que lo necesitaba y me ha regalado una de las parejas más cute de los dramas y, en general, grandes personajes. Con Start-up, mi año 2020 de dramas acaba con una guinda sobre el pastel.

PS: Se me ha olvidado hablar de los dos mejores cameos del mundo: Lee Bo-young haciendo de señora loca recomendando primero a Dal-mi y Do-san, y luego a Ji-pyeong que honrasen a sus ancestros para tener éxito, y Yeo Jin-goo poniéndole la voz al Siri/Alexa coreano, Young-shil.

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